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Electrodos para ECG

Los electrodos para ECG son elementos fundamentales para garantizar una señal precisa durante la monitorización cardíaca, el diagnóstico y las pruebas de esfuerzo. Cada tipo de electrodo tiene características específicas que lo hacen ideal para diferentes situaciones y necesidades médicas.

A continuación, se detallan los principales tipos de electrodos disponibles:

Electrodos de parche: Los más comunes y fáciles de usar, consisten en discos adhesivos que se colocan directamente en la piel. Son cómodos para el paciente y se utilizan tanto en ECG estándar como en pruebas de esfuerzo, donde se requiere un buen ajuste y resistencia al movimiento.

Electrodos tipo tab: Equipados con una pestaña en lugar de un conector circular, estos electrodos permiten una conexión rápida y segura. Son útiles cuando es necesario cambiar los electrodos de forma frecuente, aunque requieren adaptadores especiales.

Electrodos tipo pinza: Usados principalmente en clínicas y hospitales, se fijan al cuerpo mediante pinzas, asegurando una conexión firme incluso en pacientes que se mueven durante el procedimiento. Estos electrodos suelen combinarse con ventosas para una mayor estabilidad.

Electrodos de ventosa: Estos se adhieren mediante succión, lo que los convierte en una excelente opción para pacientes con piel sensible o áreas donde la adherencia de otros tipos de electrodos podría ser complicada.

Importancia de la calidad y uso adecuado

La precisión de un ECG depende en gran medida de la calidad de los electrodos y su correcta aplicación. La Asociación Americana del Corazón (AHA) y la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) recomiendan seguir procedimientos estrictos para garantizar una señal nítida, incluyendo la limpieza de la piel, comprobación del contacto, uso de gel conductor cuando sea necesario, y cambio regular de electrodos para evitar acumulación de residuos.

Mantenimiento de los electrodos

El mantenimiento adecuado de los electrodos es clave para prolongar su vida útil y garantizar mediciones precisas.

Se deben almacenar en lugares frescos y secos, inspeccionar antes de cada uso para asegurarse de que el adhesivo y el material estén en buen estado, y seguir las recomendaciones de uso según el tipo de electrodo, evitando reutilizar los desechables.